jueves, 27 de junio de 2013

"ADIOS DAMIAN"

Palabras sobre "ADIOS DAMIAN" en el libro "5 AÑOS SIN DAMIAN" de Carlos Correa

Leí en mi vida una gran cantidad de libros, de muchos autores y de diversos géneros, pero pocos lograron mantenerme expectante de querer saber cómo seguía la cosa.  No hay aquí buenos y villanos (aunque si quisiéramos buscarlos, los tendríamos al alcance de la mano), simplemente, y nada menos, hay un pedido de justicia, un grito de justicia que contagia en esa búsqueda, un grito que multiplica la voz de quién ya no está para exigirla, una mano que decide cambiar el rencor por las palabras.  
Me une a Carlos Correa la pasión por las letras, pero principalmente el amor por el periodismo y luego de haber leído "Adiós Damián", un sin número de pensamientos, de caminos, de búsquedas, de pedidos, porque nadie puede desentenderse de alzar una bandera como es la de Damián luego de conocer su historia y mucho menos cuando la conocemos de "mano" de su padre.   No tuve la suerte de conocer a Damián, no tengo dudas de que me hubiera gustado conocerlo, y tampoco conocí a Carlos antes del doloroso suceso que lo llevó a escribir este libro, y si este Carlos es distinto a aquel, seguramente este "nuevo" Carlos hizo un salto cualitativo, aunque no dudo de que sus valores siguen intactos, pero multiplicados por las circunstancias vividas.  
El hombre frente al dolor, frente a este en particular, dejaría pasar la vida tal vez ya desesperanzado, ya convertido en otro muerto, sin embargo este padre en particular convirtió el dolor en una búsqueda incansable, una búsqueda que lleve a la verdad, aunque como él mismo asegura "la verdad es una palabra en crisis, incómoda", "duro transito que significó buscar verdad, justicia y reconocimiento", "la verdad es un imperativo ético", pero la lucha de Carlos no cesó a pesar de sus confirmaciones y de sus certezas, porque lo único que impulsó su camino de búsqueda fue "honrar hasta el ultimo suspiro sus sueños inconclusos", los de su hijo que se vieron truncados ese 26 de marzo de 2008, y porque el tiempo le demostró que lo que le sucedió a Damián "no fue en vano" y se reconfortó el día que supo que los compañeros de trabajo de Damián lograron acercarse a sus derechos laborales, reconociendo en ese logro la impronta de Damián y entonces llega una sola idea: vano intento el de la impunidad, el del silencio, el de los injustos y los corruptos de siempre, y aunque Carlos asegura que "la dignidad de los hombres esta en extinción", él demuestra con su vida y con sus actos que la dignidad es cuestión de grandes hombres y no es un saco que le quepa a cualquiera.  Carlos Correa tiene el porte justo para ese saco, sus palabras lo demuestran, la lectura de "AD!OS DAM!AN" no nos dejan pensar otra cosa.
Escuché muchas veces, frente a situaciones como estas, decir que el tiempo se encargará de curar el dolor, de sanar las heridas, no tengo más que negar esta creencia, porque el dolor no cesa, el olvido no llegará jamás y la única manera de cesar el desconsuelo será el reconocimiento, el encuentro con la verdad, con la justicia, con no permitir que el tiempo pase y nada suceda.  Seguramente "AD!IOS DAM!AN" es, sin lugar a dudas, ese espacio en el que Carlos y su familia buscan prolongar la vida frente a la muerte, el recuerdo frente al olvido, la permanencia frente a la ausencia, porque Damián, desde el primer instante, se ha convertido en "una íntima historia de lucha" y como bien sostiene Carlos "mis escritos representan una especie de desafío para que la muerte siga sin tener la última palabra".

Christian Leonardo Malattia